Por Francisco Rossi Buenaventura ![]() Médicos Sin Marca, una organización que fundamentalmente busca un ejercicio profesional en el ámbito de la salud pública, que se aparte de la modulación de la práctica médica y sanitaria cotidiana por los intereses comerciales y financieros, se ha unido al Grupo Académico de epidemiología clínica y a la Unidad de evidencia y deliberación para la toma de decisiones de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, para expresar, más que preocupaciones, angustias, profundas angustias por la forma en que se están manejando nuestras expectativas y nuestros miedos, nuestras esperanzas y nuestras desesperanzas, ante la novena pandemia que la Organización Mundial de la Salud (OMS) registra y que todo indica que no será la última. Nos preocupa que ante una pandemia que, con mucho, es la consecuencia del modelo de desarrollo, de la carrera por la productividad, la expansión de la conquistas de las fronteras agrícolas y tecnológicas, la maximización de las rentabilidades y las ganancias, con niveles inverosímiles de contaminación y de basura, de desigualdad y un largo etcétera, nuestros esfuerzos se concentren en buscar una tecnología que acabe con el virus y nos permita regresar a la normalidad. Uno se pregunta desde una perspectiva intelectual y ética, que porcentaje de la humanidad estaría de acuerdo en que nunca regresemos a la normalidad, pues la normalidad era el problema. Pero las decisiones sobre la pandemia, no se están tomando de manera transparente ni democrática. Nos angustia además, que ya embarcados en hacer lo que todo el mundo está haciendo, con una participación absolutamente marginal en los centros globales de decisión, estemos dispuestos a sacrificar el respeto por los principios éticos, los derechos humanos, la ciencia y la evidencia.
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Junio 2022
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